La miopía es un problema visual muy común en la actualidad, que afecta a un gran número de personas en todo el mundo. A menudo, las personas no le dan la importancia que merece y no se realizan controles periódicos para verificar su estado visual. Sin embargo, no realizarse un control de miopía puede tener graves consecuencias para la salud ocular a largo plazo.
¿Qué es la miopía y por qué es importante controlarla?
La miopía es un defecto visual que dificulta la visión de objetos lejanos, ya que las imágenes se enfocan delante de la retina en lugar de sobre ella. Esto puede provocar síntomas como visión borrosa, dolores de cabeza y fatiga visual. Es fundamental controlar la miopía de forma regular para evitar complicaciones futuras.
Consecuencias a corto plazo de no realizarse un control de miopía
Visión borrosa
Las personas con miopía suelen experimentar dificultades para ver con claridad los objetos que se encuentran lejos. Esto puede dificultar actividades cotidianas como conducir, ver la pizarra en la escuela o disfrutar de paisajes lejanos.
Fatiga visual
Las personas con este trastorno visual suelen forzar la vista para intentar ver con claridad, lo que puede provocar cansancio ocular, dolores de cabeza y dificultades para concentrarse en tareas que requieren esfuerzo visual prolongado.
Dolor de cabeza
El dolor de cabeza es una consecuencia frecuente de la miopía no corregida. La tensión ocular provocada por la dificultad para ver con claridad puede desencadenar dolores de cabeza intensos y recurrentes, que afectan negativamente la calidad de vida y el bienestar de quienes los padecen.
Aumento del riesgo de accidentes
La falta de corrección de la miopía puede aumentar el riesgo de sufrir accidentes, especialmente en actividades que requieren una buena visión, como conducir o practicar deportes. La falta de enfoque pueden dificultar la percepción de objetos y obstáculos, lo que aumenta la probabilidad de sufrir percances.
Consecuencias a largo plazo de no realizar un control de miopía
Aumento progresivo de la graduación
Una de las consecuencias más comunes de no controlar la miopía es el aumento progresivo de la graduación. Esto significa que la persona afectada puede experimentar una pérdida gradual de la visión a lo largo del tiempo, lo que puede requerir el uso de gafas o lentes de contacto con una graduación más alta.
Mayor riesgo de desarrollar enfermedades oculares
La miopía severa puede aumentar la probabilidad de padecer glaucoma, cataratas o desprendimiento de retina, lo que puede tener un impacto significativo en la salud visual de una persona.
Mayor dependencia de corrección visual
Cuando la miopía no se controla adecuadamente, la persona afectada puede volverse más dependiente de la corrección visual, ya sea a través de gafas, lentes de contacto o cirugía. Esto puede suponer un gasto adicional y una carga emocional para la persona, que puede ver afectada su autoestima y confianza.
Importancia de acudir a un especialista
Es fundamental acudir a un oftalmólogo especializado en el cuidado de la miopía para realizar controles periódicos y obtener un diagnóstico preciso. El especialista podrá recomendar el tratamiento más adecuado para corregir la miopía y prevenir posibles complicaciones en el futuro.
En Primers Òptics Villena ultimamos un método de monitorización del progreso de la miopía, donde realizamos un estudio completo de la pupila y la córnea mediante una valoración del ojo seco, una topografía corneal, un estudio de la aberración corneal y una pupilometría dinámica. A partir de ahí, te aconsejamos la mejor solución.
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